La inteligencia es un potencial que todos podemos desarrollar y manifestar de diversas maneras. Hace falta mucha motivación, entusiasmo y deseos de aprender por parte de los estudiantes para que cada uno logre desarrollar sus inteligencias al máximo.

Las estrategias que propone Gardner servirían de gran utilidad, tanto para los maestros como para los alumnos, ya que contribuiría a optimizar el rendimiento académico de los estudiantes.

Hay muchas formas de aprender. Pero ese aprendizaje depende, de que otros elementos importantes también estén presentes, tales como: la motivación, el entusiasmo, un sistema de recompensas, una autoestima saludable y los valores morales sólidos. Es decir, que lo que se conoce como la inteligencia emocional es indispensable para que las demás inteligencias (musical, espacial, lógico-matemática, verbal-lingüística, corporal, naturalista, intrapersonal e interpersonal) se puedan manifestar.